06/03/20.
Dos análisis sugieren que estudios anteriores han sobreestimado las emisiones de CO2 debido al crecimiento masivo en el tráfico de internet y la transmisión de video, pero aún son sustanciales
Cada vez que busca en Internet o transmite un video, una computadora en un centro de datos en algún lugar del mundo entra en acción. Con el aumento del uso de Internet, se ha temido que esto esté impulsando un gran aumento en el consumo de energía, socavando los esfuerzos para limitar el cambio climático.
La transmisión de video en particular se ha señalado como uno de los principales impulsores del aumento del uso de energía, y varios medios informaron que las emisiones generadas al mirar 30 minutos de Netflix son las mismas que conducir casi 4 millas. br> Entonces, ¿esto significa que podemos dejar de preocuparnos por el impacto climático del tráfico de Internet y la transmisión de videos en particular? No del todo.
La principal conclusión del informe del Proyecto Shift fue que la transmisión y visualización de videos en línea genera 300 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, o casi el 1 por ciento de las emisiones globales, según informó New Scientist.
Kamiya cree que el Proyecto Shift sobreestimó las emisiones totales de la transmisión de video, pero su análisis se aplica solo a Netflix.
Según el Proyecto Shift, YouTube representa menos de una quinta parte de las emisiones totales de transmisión.
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